Es de día. Voy a una exposición
al aire libre. Voy con mi pareja y llevo un ave entre mis manos. No sabría
determinar la especia, pero no tiene plumas, así que es una cría aún muy joven.
En la exposición nos van a aconsejar cómo cuidarlo para que aprenda a volar.
Va a comenzar la charla y nos
sentamos en sillas de plástico. Mi pareja se sienta a mi derecha. Tengo el ave
en mi regazo y siento que debo cuidarlo y protegerlo. Le atiendo con mucho mimo
y no quiero hacerle daño, por eso quiero aprender a cuidarle. No conozco muy
bien cómo criar aves...
Claramente, el ave simboliza a mi
hijo. Como madre primeriza, me preocupa educar correctamente a mi hijo. Al
mismo tiempo, el sueño me está diciendo que mi hijo desplegará las alas y
volará en algún momento.
También es importante que mi
pareja se sienta a mi derecha. Esto quiere decir que en mi subconsciente, está
en su lugar, a la derecha, donde está la energía masculina.
En el sueño mi pareja me
acompaña, pero no influye ni intercede en lo que pienso o hago, simplemente me
acompaña. Esto también es positivo, quiere decir que yo dirijo y decido por mí,
y al mismo tiempo me siento apoyada por él.
Doy gracias al Universo por su
mensaje. Entiendo que voy por el camino correcto, y le agradezco que me
recuerde que mi hijo es él, no yo, y que debo enseñarle a desplegar las alas,
aunque sea para volar lejos de mis brazos.
Arenea
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